Nuestro segundo encuentro con el mundo de Sabina se produjo unos días más tarde, decididos a encontrar al Flaco. En esta ocasión volvimos a entrar al hotel armados con nuestra grabadora. De nuevo aparecieron Pancho Varona y Antonio García de Diego; no quisimos acercarnos para no incomodarlos pero Antonio nos reconoció y nuevamente entabló una breve charla con nosotros, esta vez también conocimos a la bellísima Marita Barros, la nueva voz que acompaña al entrañable Joaquín. El equipo tenía algo de prisa para salir, pero se dieron tiempo para firmarnos libros y discos que atestiguan su camino como músicos y amigos de Sabina. Fue formidable ver el interés que les produjo ver las viejas cubiertas de los LP que Axel llevó, que desde ahora forman parte invaluable de las colecciones sabineras. Esa tarde no hubo fotos ni encuentro con Joaquín, lo que aumentó la determinación de verlo y nuestras ganas de platicar con Pancho y Antonio. Así que decidimos regresar y convidarlos a una copa o un café.
Regresamos dos días después, una vez más fuimos con ellos a la salida y de nuevo nos regalaron sus firmas y recuerdos en otros de nuestros discos; además tuvimos la oportunidad de hacer una foto con todo el grupo. Manuel y Axel no dejaron pasar la oportunidad de fotografiarse con la guapísima Marita, que los dejó encantados. Lo mejor de todo es que Pancho y Antonio prometieron hacernos un espacio al día siguiente para charlar y tomar algo. De ahí partimos al auditorio, con la esperanza de encontrar a Sabina a su llegada. El Flaco se nos escapó, pero al recorrer el lugar a lo lejos vimos, para nuestra sorpresa, a Pancho, Mara y parte del staff comprando recuerdos de la gira en el tianguis a las afueras del lugar.
Sólo quedaba esperar al día siguiente para nuestro último acercamiento.
Después del primer concierto de Joaquín Sabina en el Auditorio Nacional, en México Distrito Federal, nos dimos a la tarea de buscar al Flaco de Úbeda con el fin de pedirle un saludo para los webescuchas de Sobremesa Crítica…para empezar. Con ese “pretexto” hablamos con la responsable de relaciones públicas del hotel donde se hospedó, para que nos permitiera robarle unos minutos en su paso por el lobby, a lo que accedió amablemente, advirtiéndonos que era muy difícil encontrarle. Este fue el inicio (para Clara Balderrama, Manuel Loría y Axel Mayen) de una serie de encuentros sabineros con algunas de las personas más cercanas al hombre del traje gris.
Tras breve espera, Antonio García de Diego y Pancho Varona aparecieron, casi listos para ir a los ensayos del concierto de esa noche, así que decidimos acercarnos a Antonio para solicitarle un saludo y una impresión del concierto anterior. Sonriente y generoso, envió los saludos, sus mejores deseos y breves impresiones del recibimiento del público mexicano. Le solicitamos una foto para el blog y después de tomarla se despidió para salir del hotel. Inmediatamente vimos a Pancho y nos acercamos; de igual forma, sonriente y gustoso envió los saludos, pero en esta ocasión no se permitían fotos en el interior del hotel, a causa de un evento político empresarial que comenzaba, así que Pancho lo resolvió sin chistar: -“No se puede adentro, salgamos a la calle”-. Del brazo de Clara nos condujo a los tres a la salida, tomamos por fin la foto y ya sin grabadora cruzamos algunas palabras con él y con Antonio que se acercó nuevamente. Tras la charla nos fuimos, ellos a los ensayos y nosotros a seguir esperando a Joaquín quien esa tarde no se dejó ver.
El equipo de Sobremesa Crítica en esta ocasión tuvo la oportunidad de estar presente en la conferencia de prensa que dio en México el gran cantautor Joaquín Sabina, previa a su gira de conciertos por distintos estados de la República Mexicana y el Distrito Federal, pudímos presenciar, a su vez, la entrega del Disco de Oro por sus grandes ventas del disco "Vinagre y Rosas", que viene promocionando. No dejes de ver el video de la pregunta que le hicimos al Maestro.
Este post está dedicado a Glenda Ramírez Rosales, a quién le desamos lo mejor y su más pronta recuperación.
Un agrdecimiento especial para Axel Mayen por su complicidad y compañia.
